top of page

La pérdida
Supongamos que Eduardo no hubiese muerto, supongamos que no hubiera tenido que encontrarlo sin ningun latido en su humilde corazoncito, que no hubiese tenido que haber citado a todos nuestros conocidos a un velatorio, que no lo hubiese tenido que ver sin vida, que no lo hubiese tenido que cargar cuando murio, que no hubiese llorado y llorado por dias por haberlos perdido a los dos, supongamos que yo tampoco me hubiese suicidado por mi gran depresion y finalmente volver a Ítaca
bottom of page